El mundo es un lugar muy grande y a la vez pequeño, oculta muchas cosas interesantes, cómo cuando alguien se esfuerza en ocultar su sonrisa o sus lágrimas, recuerdo que solía ver con cierta nostalgia las estrellas, solía verlas brillar, y, me parecían algo borrosas, quizá por su brillo o porque las veía con los ojos empañados en húmedos lamentos; pero he comprendido al cabo de un tiempo, que la vida se consume muy rápido, casi tan rápido cómo un cigarrillo en un oscuro domingo por la noche, y que en momentos dónde el silencio es el unico ruido, uno debe procurar pintar sonrisas en las paredes, siluetas en las voces y alas en los puentes, quizá no sea una solución a la suciedad de los escombros mentales, pero es una droga mejor que la autocompasión, ya que ésta es cómo un pequeño y cómodo sofá sobre un río agonizante, donde poco a poco termina por encenderse una nube de napalm, de esas que hay en lo profundo de nuestros corazones, que a veces parecen secos y restallantes cómo las hojas de un árbol en un otoño amarillo.
-Escrito por Cuervo
